Sabemos que este es un tema que nos preocupa a todos los padres, por esta razón a finales del curso anterior desde el AMPA Teresa de Ávila y más concretamente desde su comisión de transporte se pidio expresamente que Therpasa nos informasen de como se encontraba la normativa y que opciones teniamos en este punto.
Therpasa informo puntualmente al AMPA y le pedimos a Luis, trabajor de Therpasa y jefe de tráfico de dicha empresa que nos hiciese un pequeño resumen que ahora publicamos y que esperamos que sea del interes de todos.
Carta integra de Therpasa dirigida al AMPA
Cada día un número mayor de padres mostramos una especial sensibilidad sobre la seguridad de nuestros hijos durante los trayectos del transporte escolar, pero debido a la gran cantidad de información, no demasiado clara, creemos conveniente intentar aclarar algunos puntos sobre esta materia.
Según la legislación actual, a partir de octubre de 2006, ningún Estado miembro de la Comunidad Económica Europea, concederá nuevas homologaciones de vehículos que no tengan instalados sistemas de retención y desde octubre de 2007 todos los vehículos de nueva matriculación están obligados a instalar sistemas de retención (cinturones de seguridad de 2 ó 3 puntos). En los autocares anteriores a estas fechas, resulta prácticamente imposible contemplar la posibilidad de incorporar estos cinturones, ya que no sólo habría que cambiar todas las butacas sino también reforzar el chasis y la carrocería.
Los cinturones de seguridad tanto de 2 y de 3 puntos de sujeción han demostrado su eficacia en adultos, sin embargo, en el caso de los niños, puede ocurrir que su utilización pueda llegar incluso a ser perjudicial. Evidentemente, en este caso hay opiniones para todos los gustos.
En España, el Reglamente General de Circulación establece en su artículo 117 el uso obligatorio de sistemas de retención para ocupantes mayores de 3 años siempre y cuando el vehículo disponga de estos sistemas de retención adecuados a su talla y edad. Cabe además resaltar que no hay ninguna legislación de retención infantil específica para menores de 3 años que viajen en transporte colectivo.
La mayoría de los autocares carrozados actualmente, vienen con cinturones de seguridad de 2 puntos, que para entendernos, son similares a los utilizados en los aviones. Los inconvenientes son que cada niño (incluso de la misma edad), tienen una talla y un peso distinto, no siempre viajan en el mismo autocar ni en la misma butaca y que evidentemente a lo largo de la vida útil de un bus, estos niños van creciendo y las rutas variando de recorridos y ocupación.
Para una mayor tranquilidad de los padres, comentar que todos los autocares autorizados para realizar transporte escolar pasan (hasta los 5 años de antigüedad), una revisión de ITV anual y a partir de los 5 años esta revisión es semestral y tienen que cumplir con una serie de requisitos bastante más exigentes que una ITV normal. Es necesario pues, que todos los autocares que realizan transporte escolar cumplan todas las normas que se piden en el Real Decreto 443/2001, de 27 de abril, donde se regulan las condiciones de seguridad en el transporte escolar y de menores.
De todas las formas ante la compleja situación del tema se ha optado por dar libertad a los padres que lo deseen, de comprar unos cinturones específicos para sus hijos. Estos llevan los cinturones en su mochila. Al subir al bus, se lo entregan a la monitora que los sujeta con ellos y al llegar al colegio, se los vuelven a colocar en la mochila. Al regreso hacia casa, se realiza la misma operación. Estos cinturones son de dos puntos y se colocan por detrás de la butaca y sujetándolos en la cintura de los niños. El coste aproximado es de entre 20 y 30 euros y se pueden encontrar en varias tiendas de repuestos del automóvil de Zaragoza.
Nuestra opinión es que siguen teniendo los mismos inconvenientes que los cinturones de los autocares de 2 puntos. Ante un impacto frontal no evita los golpes en la cabeza y cuello debido al movimiento del torso y a la menor tolerancia a los esfuerzos y momentos de la estructura muscular, esquelética y visceral propia de estas edades. Incluso hay quien opina que puede llegar a provocar lesiones abdominales. En caso de vuelco no evita la eyección, es decir, que salga disparado el cuerpo, ni el movimiento de las extremidades sin control, que puede a su vez, provocar más golpes.
La mayoría de las rutas de nuestro centro discurren por la ciudad, con sus correspondientes limitaciones de velocidad y recorrido, por lo cual parece menos necesario el uso de estos sistemas, pero lo ideal es que cada padre valore la situación y decida lo que crea más conveniente para la seguridad de sus hijos y su propia tranquilidad.